Gonzalo Artal Hahn

21.6.06

¿Los Patos nos vigilan?.


Iquique es tierra de Patos; de los buenos y de los malos. Riveros Olavarría, quien en extricto rigor era más bien Papapato, es uno de los guenos, porque a pesar de que muchos lo reconocían más como Mulero que Riveros, el creador de Tartamudeando de Libros era uno de los cinco o seis escritores chilenos que podía vivir de sus creaciones. !Chu-chupense e-esa!.
Algunas historietas las sacó de las pegás de platino que lo acompañaron en sus odiseas en Holanda y Cuba, tierras en las que perfeccionó su manía de contar historias y sacó un cartón de periodista que usó para aparecer en los medios locales, como El Nortino, ese cité donde en mis primeros años re-edité día a día la maqueta que me incrustaron en la universidad. Afortunadamente en esas mismas volteretas salió el Mango, en el que Papapato, quien tenía cierto temor a perder su condición, armaba las contraportadas, una columna esperada en la que le sacaba palabras al empiluchado o la tontorrona exhuberante de turno, las que eran pa cagarse de la risa. Ahí también estaba el Tuto Ramos, quien comentaba en el creible pero incierto, lo que también me ayudó a soltar la manopla y contar historias... como ésta, la del Pato Riveros Olavarría, quien en extricto rigor era más bien Papapato, uno de los cinco o seis escritores chilenos que podía vivir de sus creaciones. !Chu-chupense e-esa!.

Otros Patos iquiqueños son Contreras, Carpio y Cubillos, quienes fueron ex Dragones Celestes, también hubo uno Zapata, que una vez en El Nortino apareció como Pato "Zapallo" y está la Pata Pérez, quien actualmente ostenta el lugar del pato radical. También hay uno Iglesias y otro Sobrevilla, ambos periodistas de la Estrella, donde Riveros tamb,ién mandaba sus columnas. Y claro, estuvo por la costa el capitán de navío Lynch y está por el mismo sector uno de apellido Arrau, pero los que la llevan son los Phalacrocorax brasilianus, conocidos como Yecos o Guanayes, cormoranes que graznan como chancho y que tienen la mansa cagá en varios sectores de la costa, como el parque coronta de choclo, ahí al lado de Las Urracas, donde el que ande pajareando bajo las palmeras sin ápices, recibe su cuota de feca. Ah y el Pato Laguna, que jugué tenis con él, no es iquiqueño, sino que vivió como cuatro años acá...


 
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