Hulk poniéndole color...
La siguiente es una historieta escrita por OZQRO, ex joven Estrella iquiqueña, ahora lanzado al estrellato en Arica, donde se gana los morlacos "probando, probando" en la Frecuencia Digital... ya escribiré tu despedida de práctica o las dormias bajo el mall...
Un litro de armonyl, pero heladito...
¿Quién dijo que Hulk debe ser verde? Quizás lo irrisorio del tema pueda cautivar la atención de muchos que conozcan por ahí a un sujeto que de cuando en vez se le desencaja la teja, y actúa de la forma más inesperada pateando lo que se cruza en su camino.
La verdad a mi no me caen mal, es más, aparte de ser uno de esos, uno de mis “partner” en la nortina ciudad de Iquique tiene este tipo de cualidades.
Digo no me caen mal, porque hay cosas que si me molestan como aquellos que te despiertan para recordarte que hay que “laburar” o esos que insisten en elegir lado en las pichangas que jugaba cuando “nene” en el pasaje, los cuales cabe mencionar que ya con suerte están para pelotas, siendo víctimas del McDonald… cero deporte.
Cerrado el paréntesis y refiriéndose al tema primero, es bastante inesperado que el Armonyl no haga efecto y aplaque la vena que se va asomando por el cuello cuando te enfrentas a un asalto. Porque eso es lo que fue: Un Ver-da-de-ro Asalto. Ni siquiera fue a mano armada, pues lo curioso fue ser víctima de un aparato a quien él mismo le dio la chance: un cajero automático.
Sólo recuerdo que un día me dicen: ¿”Oye negro conoces al “Hulk Iquiqueño”? –yo haciendo memoria en la considerable cantidad de conocidos que pueda tener- dije noo!!, tas´ loco conozco puros cabros piola, cero agresividad.
La pregunta se me dirigió porque un colega periodista era el involucrado del cual se conocían sólo sus iniciales. Un punto que no consideraba fue la cercanía con el sujeto en cuestión, que al igual que muchos, unos grados de alcohol en el cuerpo lo ponen turuleco y se decide a no transar ante cualquier entuerto.
No con esto quiero aludir al estado etílico que podía haber sido una de las causas, puesto que el tema esta en la justicia, pero lo curioso fue enfrentar la realidad y darme cuenta que aquel “muchacho” que el que compartía su sandwinch de pernil con mil ají, con quien entonábamos en más de una oportunidad al relajado Chico Buarque y con el que en su momento nos hicimos “habitues” de las luces y la protofarandula iquiqueña, era quien había decidido castigar a la máquina de enfrente descargando sus “titantos” kilos y furia.Debo entender lo hereditario del tema, ya que experiencias –contadas por primera fuente- padre y “cepi” tienen los mismos arranques, pero por sobre el impasse lo curioso es lo caro del pasaje, pues sólo iba por dos luquitas pal boleto de vuelta de Arica a Iquique y la gracias le salió 500 lucas, más abogado... ¿habrán sido pal pasaje o pa un pitcher en el paseo 21 de mayo?
La verdad a mi no me caen mal, es más, aparte de ser uno de esos, uno de mis “partner” en la nortina ciudad de Iquique tiene este tipo de cualidades.
Digo no me caen mal, porque hay cosas que si me molestan como aquellos que te despiertan para recordarte que hay que “laburar” o esos que insisten en elegir lado en las pichangas que jugaba cuando “nene” en el pasaje, los cuales cabe mencionar que ya con suerte están para pelotas, siendo víctimas del McDonald… cero deporte.
Cerrado el paréntesis y refiriéndose al tema primero, es bastante inesperado que el Armonyl no haga efecto y aplaque la vena que se va asomando por el cuello cuando te enfrentas a un asalto. Porque eso es lo que fue: Un Ver-da-de-ro Asalto. Ni siquiera fue a mano armada, pues lo curioso fue ser víctima de un aparato a quien él mismo le dio la chance: un cajero automático.
Sólo recuerdo que un día me dicen: ¿”Oye negro conoces al “Hulk Iquiqueño”? –yo haciendo memoria en la considerable cantidad de conocidos que pueda tener- dije noo!!, tas´ loco conozco puros cabros piola, cero agresividad.
La pregunta se me dirigió porque un colega periodista era el involucrado del cual se conocían sólo sus iniciales. Un punto que no consideraba fue la cercanía con el sujeto en cuestión, que al igual que muchos, unos grados de alcohol en el cuerpo lo ponen turuleco y se decide a no transar ante cualquier entuerto.
No con esto quiero aludir al estado etílico que podía haber sido una de las causas, puesto que el tema esta en la justicia, pero lo curioso fue enfrentar la realidad y darme cuenta que aquel “muchacho” que el que compartía su sandwinch de pernil con mil ají, con quien entonábamos en más de una oportunidad al relajado Chico Buarque y con el que en su momento nos hicimos “habitues” de las luces y la protofarandula iquiqueña, era quien había decidido castigar a la máquina de enfrente descargando sus “titantos” kilos y furia.Debo entender lo hereditario del tema, ya que experiencias –contadas por primera fuente- padre y “cepi” tienen los mismos arranques, pero por sobre el impasse lo curioso es lo caro del pasaje, pues sólo iba por dos luquitas pal boleto de vuelta de Arica a Iquique y la gracias le salió 500 lucas, más abogado... ¿habrán sido pal pasaje o pa un pitcher en el paseo 21 de mayo?
3 Comments:
esa historia me parece familiar.
ya me acuerdo yo cuando me llamo el artal padre,chanchotito(producto del mc donald?), y me dijo que habiai decidio pasar unas cortas vacaciones en la penitenciaria, y yo ¿como!!?, es que se ganó el premio patiando un cajero.
no me pareció extraño fijate. porque seré la mas chica pero ya tengo experiencia en patiar cosas, no un cajero claro.
gordooo y el parecio con hulk?. no estai na de mal.
te adoro.
By Anónimo, at 9:51 a. m.
Ñañoooo... brotherita, ya nos vamos a juntar... ya nos vamos a juntar a patear la perra aunque sea...
By Artal, at 11:46 a. m.
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By Anónimo, at 4:43 a. m.
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